Que no me faltes nunca,
que tu voz
no ceje en su empeño de decirme las nubes,
de cantarme los pájaros,
que un abrazo siga siendo patria y el sudor
frontera,
cada noche una pieza de puzle,
cada sed cicatriz de océano,
cada mirada diapasón de latido,
cada beso albufera.
que tu voz
no ceje en su empeño de decirme las nubes,
de cantarme los pájaros,
que un abrazo siga siendo patria y el sudor
frontera,
cada noche una pieza de puzle,
cada sed cicatriz de océano,
cada mirada diapasón de latido,
cada beso albufera.
Que no me falte una almohada en que pintarte,
el cuenco de tu cuerpo
donde verter mis olas más rebeldes,
tu aliento repartido en la penumbra
como niebla descalza,
tus párpados translúcidos.
el cuenco de tu cuerpo
donde verter mis olas más rebeldes,
tu aliento repartido en la penumbra
como niebla descalza,
tus párpados translúcidos.
No, que no nos falte una historia poco hecha,
un paisaje distinto a cada paso,
una cama hecha añicos,
que nos dejen alfombra en que volar,
lámpara a frotar en la mesita,
camino en mil idiomas que nombrarse.
un paisaje distinto a cada paso,
una cama hecha añicos,
que nos dejen alfombra en que volar,
lámpara a frotar en la mesita,
camino en mil idiomas que nombrarse.
Que me sigas queriendo,
sólo así,
como este lápiz que a ciegas se desliza
por mi destino en blanco.
sólo así,
como este lápiz que a ciegas se desliza
por mi destino en blanco.
Así te quiero yo,
pulso y tinta de corazón abierto.
pulso y tinta de corazón abierto.
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