"...es que esto de escribir es un dolor que nos viene horadando de continuo, que nos nace de pronto como nace de nuevo un corazón que estaba muerto..."
"Vicente Martín Martín"

domingo, 27 de julio de 2014

Que nadie me diga en quién creer




Que nadie me diga en quién creer,
o qué pensar,
que no se atrevan a ejercer de ventrílocuos
y gobiernen mi voz.

El mundo es un camino demasiado corto
para llevar maletas,
para vivir de promesas que no son
sino cóncavos espejos en un salón a oscuras.


Yo seguiré viviendo desnuda, sin remiendos
en la piel ni pecados que me inviertan los pasos,
seguiré escuchando el mar en el estómago
cada vez que el salitre de tu cuerpo
tapice mis orillas,
seguiré llamando imbécil a quien diga
que el amor tiene instrucciones y que un beso
puede conllevar el cataclismo del alma.

Que nadie se atreva a auscultarme el pecho
sin escucharse primero sus latidos,
que no me nombren a jueces invisibles
ni me ofrezcan consejos de santero,
que no me pongan manchas en los ojos
para protegerme ni se obstinen
en desescombrarme el cerebro.

Yo soy así, caótica, agnóstica
y enamorada de quien, sépanlo todos,
me viene en gana,
disfruto con la risa de un cangrejo y no pienso
en las horas que me restan para un juicio
que inventó el hombre del saco
para desalmarnos.

De "Un minuto en la mochila", accesit Calamonte Joven 2011

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