"...es que esto de escribir es un dolor que nos viene horadando de continuo, que nos nace de pronto como nace de nuevo un corazón que estaba muerto..."
"Vicente Martín Martín"

lunes, 22 de abril de 2013

Suficiente


De repente sientes
que un manojo de actores te brotan de los labios,
sonriendo a presión, dedicando

palabras de astronauta a las flores de marzo,

oyendo letras, despreciando
el silencio donde el escenario se rompe

en todos los pedazos que no eres.

 
Te asustas, intentas
buscar en esa urdimbre postiza

un agujero a medias para fugar los versos
que algún día fueron tuyos,

un hueco donde plantarte nueva
y polinizar esa cobardía de espejo

que te disipa el rostro  cada aurora.

 
Entonces caminas rápido, como si al hacerlo

esa sombra que viste tus pestañas

fuese a quedarse lejos, donde el humo de un tren
en el que nunca subiste,

donde aquel horizonte en el que pudo cambiar todo
y el sol se metió hasta el tuétano de la tierra

sin mover un dedo.

 
Quieres, hasta eres feliz en ocasiones,

ves la multitud y te arrastras tras sus huellas

como un reptil feliz,
escribes y la tinta se te inunda de alas

como un poeta feliz,
y vives tu vida siendo un vagabundo feliz

con una catedral de mármol sobre el hombro.

 
Y eso es suficiente.

 
Porque sonreír, mientras las clepsidras

van perdiendo su cauce entre tus manos,

ha de ser suficiente.

 

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